Google y Telegram criticaron a las autoridades de Brasil por el intento de regular las redes sociales, a través del llamado «Proyecto sobre noticias falsas».
«Brasil está a punto de aprobar una ley que acabará con la libertad de expresión. El PL 2630/2020 otorga al gobierno poderes de censura sin revisión judicial previa», dice Telegram, una empresa con sede en Dubai fundada por el empresario ruso Pavel Durov, en un comunicado.
El texto -continúa el comunicado- sería una de las «legislaciones más peligrosas jamás considerada en Brasil» y terminaría «matando a la Internet moderna si se aprueba con la redacción actual».
Redes sociales en Brasil
Telegram fue objeto de críticas recientemente por parte de la Justicia brasileña por no cumplir, según las autoridades, con las solicitudes de identificación de usuarios de grupos neonazis.
A principios de este mes, Google también rechazó el proyecto de ley al colocar un enlace en su página de inicio de búsqueda que dirigía a los usuarios a un artículo crítico de Marcelo Lareda, director de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Brasil.
El Ministerio de Justicia de Brasil emprenderá acciones contra Telegram por enviar un mensaje a los usuarios contra el proyecto de regulación de redes sociales, el llamado «Pl sobre fake news».
La propuesta, fuertemente respaldada por el gobierno, tuvo la votación en el Congreso pospuesta debido a la fuerte presión de los grandes grupos tecnológicos y políticos.
Medidas contra Telegram
Según fuentes gubernamentales, la iniciativa será adoptada por la Secretaría Nacional del Consumidor, organismo vinculado al ministerio que lleva tiempo monitoreando la marcha de las redes sociales.
En este caso, las críticas se hicieron a través de mensajes directamente a los teléfonos móviles de los usuarios. En Google, en cambio, se hicieron a través del sitio web. Tiempo después de recibir una notificación del Gobierno, se eliminó el contenido.
El ministro de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República, Paulo Pimenta, definió el contenido del mensaje de la aplicación de mensajería como «absurdo», mientras que el relator del proyecto, diputado Orlando Silva, calificó la estrategia como un «juego sucio».