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«No puede ser que tienes salud si tienes plata. Por eso tenemos un régimen subsidiado que entrega una salud de pobres», explicó el primer presidente de izquierda en la historia del país.
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Luego de semanas de intensos debates, el gobierno colombiano presentó una reforma de salud con la que pretende llevar el cuidado sanitario a todos los rincones del país fortaleciendo la atención primaria y la prevención de enfermedades. «No habrá más clientes en la salud pública de Colombia, las personas serán personas», explicó desde el balcón de la Casa de Nariño Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia del país.
«El cambio por el que votaron millones de personas no puede ser un cambio de mentiras ni de maquillajes, solo si el pueblo abandona su gobierno es que el cambio puede detenerse», dijoPetro junto a su esposa Verónica Alcocer y su hija menor, Antonella. En un discurso de casi una hora y media en el que mencionó los principales proyectos de su gobierno, el mandatario sostuvo que con la reforma «se acaba la contratación basura en el sistema de salud» y planteó: «No puede ser que tienes salud si tienes plata. Por eso tenemos un régimen subsidiado que entrega una salud de pobres».
En la misma sintonía la ministra de Salud, Carolina Corcho, había dicho el lunes que la reforma busca «reivindicar el derecho fundamental a la salud». El proyecto de ley tendrá que pasar por cuatro debates en total en las dos cámaras del Congreso, donde puede sufrir transformaciones, pero el gobierno confía en que la delicada mayoría con la que cuenta lo ayude a sacarlo adelante, como pasó con la reforma tributaria el año pasado.
Apoyo masivo en las calles
Decenas de miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Colombia para respaldar esta iniciativa legislativa con la que Petro busca reformar el sistema de salud para fortalecer la participación estatal. Sindicatos de obreros, educadores y trabajadores de la salud, entre otros, respondieron desde la mañana del martes a la convocatoria del gobierno, que presentará esta semana una ambiciosa batería de reformas al Congreso.
«Quien ganó las elecciones fue el pueblo y el pueblo quiere el cambio de Colombia. Vamos por los cambios hacia un país democrático y en paz», arengó el presidente Petro desde la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, agregando que «el poder económico debe entender y leer el grito de la sociedad colombiana». Con banderas de Colombia y pancartas a favor de la reforma de salud, los manifestantes se concentraron en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, en el día previo a las protestas convocadas por la oposición en rechazo, precisamente, a las políticas que Petro aspira a implementar en sus cuatro años de mandato.
«Es necesario y urgente reformar la salud en Colombia, nunca hay agenda para atender a un paciente o una cita, es injusto», dijo Isabel Córdoba, una abogada afro y defensora de derechos humanos de 38 años que se manifestaba en Bogotá. Por su parte Gloria Peñuela, enfermera de un hospital universitario, señaló la falta de oportunidades para los trabajadores sanitarios y para los pacientes, «sobre todo en las regiones donde la gente tiene mucha dificultad para acceder al servicio de salud«.
Atención primaria y universalidad
El gobierno colombiano quiere transformar el sistema sanitario para fortalecer la atención primaria y también llevar la atención a los «territorios abandonados», aquellas comunidades remotas donde actualmente el centro de atención más cercano está a varias horas en lancha o en mula por caminos escarpados. «Lo que queremos es que una médica pueda ir a atender en la casa de una familia campesina, por muy alejada que esté», explicó Petro desde Bogotá, y agregó: «Lo que queremos es que una mujer embarazada pueda ser digna del cuidado médico y que no muera porque no hubo nadie que la pudiera atender».
Johnattan García Ruiz, investigador de la Universidad de Harvard y experto en sistemas de salud, reconoce que la reforma está completamente alineada con el proyecto político de Petro desde mucho antes de que fuera elegido presidente. Su proyecto de «territorios saludables», en su paso por la alcaldía de Bogotá, buscaba hacer visitas médicas en los barrios más pobres de la ciudad. «Hoy vemos la amplificación de esa visión. Petro en su reforma quiere eliminar el papel de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en el sistema de salud, con un protagonismo fuerte de los equipos de atención primaria que promete llegarán a todos los rincones del país«, plantea García Ruiz.
Énfasis en la prevención
La reforma también tiene una vertiente de prevención, ya que el texto detalla que «el Estado incidirá coordinadamente sobre los determinantes de salud, a fin de mejorar las condiciones generales e individuales de vida de los habitantes del territorio nacional». Esto quiere decir que el Estado colombiano busca mejorar aspectos como el acceso a alimentación, agua potable, una vivienda digna o condiciones de trabajo dignas como factores que influyen en enfermedades preventivas para evitar que lleguen a los hospitales.
Entre otro de los elementos destacados se encuentra también la creación de un «un sistema público de información en línea para garantizar la transparencia en el manejo de los recursos de la salud» y un régimen especial para los trabajadores de la salud. «Debemos cuidar a quienes cuidan la vida en Colombia y quienes cuidan la vida deben ser dignificados con salarios justos», subrayó en ese sentido la ministra Corcho.
Cambios en las EPS
El presupuesto para financiar la salud, según el proyecto, seguirá saliendo del bolsillo de los contribuyentes, pero también del Estado. Así se le busca quitar poder a las actuales EPS pero no hacerlas desaparecer, como se había dicho en un principio. Éstas son las empresas privadas encargadas de mediar entre los contribuyentes y quienes prestan el servicio.
«El Ministerio de Salud y Protección Social adelantará progresivamente un proceso de territorialización de las EPS», dice el proyecto de ley, y agrega que se concentrará su influencia en «ciudades y departamentos donde tengan mayor número de afiliados» para liberarlas de la «dispersión geográfica». El texto establece que esta «armonización» supone que en cada hogar todos los miembros deberán estar asociados a la misma EPS y en las zonas donde solo hay una entidad promotora de salud, ésta no podrá rechazar el aseguramiento de la población.
García Ruiz explica que las EPS administran un riesgo financiero. «El Estado les delega la gestión de los servicios de salud, les da cada año un monto y ellos se hacen responsables de atender a las personas. En contraprestación las EPS toman parte de esa bolsa de dinero, cubren sus costos operativos y tienen derecho a percibir utilidades. Eso es algo que se critica mucho por quienes dicen que esa intermediación no debería ser necesaria, porque al prescindir de la figura de las EPS, el Estado podría pagarle directamente a los prestadores«, explica a este diario el investigador.
La reforma a la salud contó con el acompañamiento técnico de una comisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que valoró la propuesta «basada en la atención primaria con un abordaje sobre los determinantes sociales, buscando garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos y habitantes de este país».